El Boletín Semanal del Proyecto de Solidaridad con México
28 de julio de 2021 / La edición de esta semana/ Meizhu Lui, para el equipo editorial
La libertad nunca ha sido gratuita. Los africanos esclavizados en Haití tuvieron que luchar contra viento y marea para liberarse de los gobernantes coloniales franceses, que querían ofrecer a su clase propietaria el beneficio del trabajo gratuito. Pero esa libertad vino con un alto precio que continúan pagando por la afrenta inimaginable de ser un pueblo negro que derrotó a un pueblo blanco y por el temor que su libertad suscitó entre todas las naciones supremacistas blancas.
Europa y su hijo pródigo, Estados Unidos, han seguido inventando nuevas formas de negar a los pueblos y naciones no blancos la libertad de gobernarse a sí mismos. En el acuerdo de “libre” comercio más reciente, el T-MEC, México aún no se ha convertido en un socio igualitario.
Un aspecto de los más atroces del “TLCAN 1.0” permitía a las empresas extranjeras demandar a los gobiernos nacionales por infringir su libertad de obtener enormes ganancias, incluso cuando sus actividades destruirían los recursos naturales y humanos, como explica Manuel Pérez-Rocha en el número de esta semana. El nuevo USMCA pone fin a esa disposición para EE.UU. y Canadá, pero no para EE.UU. y México. Las corporaciones estadounidenses aún pueden desafiar y amenazar la soberanía mexicana.
Las reacciones de Estados Unidos y México a las recientes protestas en Cuba ilustran perfectamente los diferentes principios de política exterior que estos dos países aplican a situaciones que involucran la libertad de una nación para gobernarse a sí misma. El presidente Biden apoya la intervención política a favor de aquellos que quieren ser “libres” de un gobierno socialista. El presidente López Obrador, como señalamos a continuación, ve a los cubanos que necesitan la “libertad” del bloqueo estadounidense que permitiría que los alimentos y las medicinas lleguen a su nación insular.
La política estadounidense continúa obligando a los gobiernos de las Américas para que sigan los dictados de la “tierra de los libres”. ¿La política de México? Enviar alimentos y ayuda médica donde sea necesario, sin interferir en la soberanía de otras naciones.
Manuel Pérez-Rocha, ciudadano mexicano y estadounidense, ha sido miembro durante mucho tiempo de la Red de Acción Mexicana sobre el Libre Comercio y ha liderado los esfuerzos para promover enfoques alternativos justos y sostenibles para los acuerdos comerciales y de inversión durante las últimas dos décadas. Miembro asociado del Institute for Policy Studies en Washington y asociado del Transnational Institute en Amsterdam, Pérez-Rocha coeditó el análisis comercial integral de 2019, Beyond NAFTA 2.0. También escribe regularmente para el diario mexicano La Jornada.
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