por Bill Gallegos
Ha comenzado.
Donald Trump prometió durante esta campaña y después de ser “elegido” para llevar a cabo un programa de limpieza étnica masiva, es decir, la deportación de más de 11 millones de indocumentadas/os, la abrumadora mayoría de las/los cuales sería mexicana/o-latina/o. La Administración puede haber estado probando las aguas la semana pasada cuando ICE (La Migra) llevó a cabo una serie de redadas, detenciones y deportaciones en varias ciudades a lo largo de los Estados Unidos. Aquí en Los Ángeles, más de 150 fueron detenidas/os por La Migra. Muchos eran padres de niñas/os nacidas/os en Estados Unidos, dejando a las familias destrozadas sin aviso previo. Estos no eran “criminales”, o “basura” como Trump las/los ha llamado, pero la gente común desesperada por sobrevivir en una economía global capitalista cuyos líderes han creado políticas que producen riqueza para unas/os pocas/os y la indigencia para muchas/os.
Es crítico que las/los progresistas y la Izquierda comprenda qué está implicado con esta limpieza étnica. Si hacemos una estimación baja de los miembros de la familia de las/los deportadas/os que podrían tener a sus seres queridas/os detenidas/os, encarceladas/os y deportadas/os, esto afectará al menos a treinta millones de personas en los Estados Unidos. Piense entonces sobre el impacto que esto tendrá en la infraestructura social y económica de las comunidades afectadas, una infraestructura que depende en gran medida de la mano de obra y el poder de consumo de aquellas/os que se harían si esta horrenda promesa se lleva a cabo. Piense entonces sobre el impacto en nuestras escuelas públicas si decenas de miles o más de esas/esos niñas/os son forzadas/os a abandonar los Estados Unidos o si su madre o padre es deportada/o. Nuestro sistema de escuelas públicas se basa en el dinero de la “asistencia diaria promedio”. El sistema de educación pública ya está profundamente sub-financiado. ¿Qué quedaría si la limpieza étnica se llevara a cabo realmente? Consideremos también los impuestos pagados por las/los indocumentadas/os, un porcentaje significativo de los cuales financia el sistema de Seguridad Social. Las/los ciudadanas/os de todas las razas -incluyendo a las/los trabajadoras/es blancas/os a quienes Trump apela – podrían enfrentar vidas menos seguras.
Por supuesto, en el análisis final, debemos oponernos y estar listas/os para desafiar las deportaciones masivas prometidas por la Administración Trump, porque es moralmente repulsiva y una completa violación de los derechos humanos. Pero también debemos tener en cuenta la amplia gama de impactos que podrían devastar nuestras comunidades y nuestra sociedad si permitimos que esta política fascista avance. Todos debemos estar preparadas/os para hacer todo lo posible para defender a nuestras hermanas y hermanos – nuestras/os hijas/os y ancianas/os – del acoso, la intimidación, la represión, las detenciones y la deportación. No es sólo para ellas/os, es para todas/os nosotras/os.
De hecho, debemos estar preparadas/os para poner nuestros cuerpos en la línea en el espíritu de la gran revolucionaria española La Pasionaria:
¡¡¡No Pasaran !!!